DOLOR DE ESPALDA

"Encontramos una relación estadísticamente significativa entre dolor de espalda con no practicar deporte, con el tiempo que se pasa delante del ordenador o la televisión, con historia familiar conocida y mayor puntuación en síntomas emocionales, hiperactividad y problemas con compañeros del Strengths and Difficulties Questionnaire (SDQ) 1. Si tenemos claro que existen factores que evidencian, cada uno en su medida, como origen del dolor de espalda. Debemos seguir investigando en el lugar mas adecuado para la obtención de resultados fiables, el colegio. El colegio presenta un contexto favorable para intervenir en la prevención y promoción de la salud, ya que es el lugar donde mayor tiempo pasan los jóvenes y en constante interrelación con el grupo de iguales, además es un espacio de saber donde la figura del profesor, juega un papel de autoridad y paternidad".
V JORNADAS DE CC. DE LA SALUD PARA PREGRADO DE LA UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID 2010


El Tabaco agrava el Dolor de Espalda


































Si aún no tienes razones suficientes para dejar de fumar, te damos una nueva: el tabaco potencia el riesgo de sufrir dolores de espalda, en especial en la zona lumbar. 
De hecho, según el instituto Finlandés de Salud Ocupacional los fumadores tienen un 31 por ciento más de posibilidades de padecer dolor lumbar que aquellas personas que nunca han fumado. 

Esta asociación entre tabaquismo y dolor lumbar es aún más fuerte cuando hablamos del dolor lumbar crónico o discapacitante. En las personas que fuman más de un paquete al día, el riesgo de padecer dolores de espalda crónicos se multiplica. 

http://www.tuespaldasana.com/bienestar/el-tabaco-y-el-dolor-de-espalda



ESTRÉS Y DOLOR DE ESPALDA
El estrés es un problema laboral mas común de lo que pensamos, en algunos casos el estrés en bajas dosis y sabiéndolo controlar puede resultar beneficioso para el que lo padece ya que puede ser un estimulo para llevar a cabo nuevos retos.
El problema aparece cuando no se puede controlar y los síntomas se enmascaran apareciendo dolores y contracturas que afectan muy seriamente nuestro día a día.
La probabilidad de padecer dolores de espalda aumenta exponencialmente con el estrés ya que este facilita la aparición de contracturas musculares con un aumento de la irritabilidad que nos hace que estar mucho mas sensibles, todas estas causas hace que baje nuestro umbral del dolor ya que las estructuras nerviosas se activan con el estrés y se perciban los dolores con mayor intensidad de lo que en realidad son.

La baja autoestima, el miedo y la vida sedentaria son los componentes que suelen desencadenar los casos mas serios ya que aparecen enmascarados por muchos síntomas que uno mismo se crea sin ser consciente de ello.
http://cuidatuespalda.es/2011/02/estres-y-dolor-de-espalda/


Abandonar el sedentarismo es la principal recomendación de los expertos para evitar el dolor de espalda, que se estima que afecta al 80 por ciento de la población en algún momento de su vida. Por tanto, realizar ejercicio y adoptar una correcta higiene postural en todos los movimientos de la vida diaria y la actividad laboral es esencial para mantener una correcta biomecánica de la parte dorsal. Además, su adopción y práctica permiten que los pacientes que ya han padecido dolor puedan retrasar o minimizar las crisis.

http://cuidatuespalda.es/2010/02/contra-el-dolor-de-espalda-accion/


REMEDIOS SENCILLOS

La solución o la forma de prevenir esta enfermedad tan común tiene remedios sencillos:

· Hacer ejercicios físicos: ayudan a fortalecer la espina dorsal y a reducir la
tensión. El tener una espalda y músculos abdominales fuertes es muy importante
para facilitar el trabajo al que se expone la espalda cada día. Las personas con
mejor condición física tienen menos episodios de dolor. Estos ejercicios deben
ser indicados por su médico y supervisados por personal especializado.
· Perder peso: Adelgazar puede reducir esfuerzo y dolor, pero conviene consultar
con un médico el plan de dieta más adecuado para usted.
· Mantener una buena postura: Es fundamental para tener una columna vertebral
sana. En este sentido, existen una serie de recomendaciones que pueden evitar
serios disgustos:
o Colocarse erguido en la silla. Hay que sentarse derecho, manteniendo la
parte inferior de la espalda pegada al respaldo de la silla, con los pies
fijos en el suelo (sin cruzar las piernas) y las rodillas un poco más altas
que las caderas. A la hora de pararse, hágalo con la cabeza en alto y con
los hombros hacia atrás.
o Dormir de lado, nunca boca arriba o boca abajo y con una almohada
adecuada. Si el colchón es demasiado blando corre el riesgo de torcerse
la espalda; en tal caso, colocar madera entre la base de la cama y el
colchón para tener un buen apoyo de la columna.
o Conducir con la espalda pegada al asiento. Procurar acercarse al volante
para que las rodillas estén dobladas y un poco más altas que las caderas.
· Planificar antes de levantar objetos pesados. Esta acción es tan habitual que se
convierte en una tarea a la que no prestamos atención. Mucha gente levanta la
carga incorrectamente y realiza un esfuerzo innecesario en la espalda y los
músculos que la rodean. Para evitar tensiones, hay que planificar antes de hacer
ningún esfuerzo innecesario. Hágase preguntas del tipo: ¿Es un bulto muy
pesado?; ¿Necesitaré ayuda? ¿Hay mucha distancia hasta dónde tengo que
dejarlo?
o Frente a la carga, doblar las rodillas, no la espalda. Una vez agachado,
usar ambas manos, agarrar con firmeza y arrimar el objeto al cuerpo lo
más que se pueda. A la hora de levantarse, hágalo con las piernas, no con
la columna. Una vez arriba, asegurarse de que la carga no está
bloqueando el campo de visión al comenzar a andar. Cuando llegue a su
destino, invierta el procedimiento. Agáchese abriendo las piernas y
doblando las rodillas y coloque la carga frente a usted. Siguiendo estas
pautas se evitarán dolores innecesarios en los músculos de la espalda y el
abdomen.
o Buscar ayuda, si es necesario. No hacer esfuerzos innecesarios. Si la
carga resulta demasiado pesada para levantarla o trasladarla, solicite
auxilio. Si no encontramos a nadie, hay que intentar dividir la carga para
repartir el peso. Buscar siempre soluciones sencillas para que el
movimiento resulte más fácil. La espalda lo agradecerá.


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